Beneficios al alcance de cualquiera, porque el yoga es una disciplina apta para todas las edades y que, como veremos, no tiene nada que ver con el peso o talla en respuesta a la creencia errónea de que el yoga solo pueden practicarlo las personas delgadas.

Todo lo contrario, y la prueba se llama yoga curvy, una nueva tendencia que ha llegado desde Estados Unidos de la mano, por ejemplo, de Anna Guest-Jelley, fundadora de Curvy Yoga.

Esta modalidad está siendo cada vez más practicada por muchas mujeres gracias al esfuerzo que pone Guest-Jelley en su promoción. Esta chica cuenta que empezó a plantearse hacer yoga para combinar ejercicio físico con las dietas que llevaba a cabo para adelgazar. Durante mucho tiempo probó todo tipo de regímenes, superando incluso los 60, y necesitaba una actividad para sentirse saludable. Además de su preocupación por adelgazar Anna padecía de fuertes migrañas que se le reproducían de forma constante. Para combatir el dolor tomó múltiples medicamentos, pero los resultados no eran los esperados. Un día decidió entrar en una clase de yoga y después de un tiempo los dolores de cabeza desaparecieron. Fue un método terapéutico innovador.

El curvy yoga tiene cada vez más adeptos y ha revolucionado el mundo deportivo abriendo un camino para las personas que necesitan ropa de tallas más grandes.

 

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